La devoción rige los días grandes de la Virgen de El Henar en su jubileo

La devoción rige los días grandes de la Virgen de El Henar en su jubileo

A pesar de la pandemia, la fe hacia la Virgen de El Henar ha podido con la situación y aunque haya sido bajo las medidas de seguridad, los fieles han cumplido con el rito de cada año. Tras nueve días de novena, oración y recogimiento en sesión matutina y vespertina, llegaba el fin de semana grande para la Virgen y para el Santuario. Siempre pendientes de la normativa vigente, el Rosario de las Antorchas y la Romería de El Henar no se podrían celebrar dadas las condiciones de la pandemia, aunque la situación ha mejorado considerablemente desde el año pasado a este.

Distendido y con la devoción a la Virgen como protagonista, el paraje de El Henar recibió a gran cantidad de fieles a la misa que precede al Rosario de las Antorchas. Un templo casi al máximo de la capacidad permitida sirvió para recordad lo que es esa fidelidad de los peregrinos y devotos, más si cabe en un año tan importante como este, el Año Jubilar. Tras las palabras de los sacerdotes y del rector del Santuario, Carlos García Nieto, comenzaba el Rosario en el interior de la iglesia. Los presentes encendieron sus velas para rezar, cantar y orar a la Virgen a través de la luz de las velas. La estampa de cada año, la de miles de antorchas iluminando la pradera en una verdadera riada de luz, no pudo contemplarse por segundo año consecutivo. Sin embargo, algunos fieles sí acudieron a los exteriores del templo y siguieron las oraciones con su vela desde allí. Un gran despliegue de seguridad veló por mantener las medidas vigentes si se aglomeraba la gente.

El domingo fue la jornada en la que la fe a la Virgen del Henar se antepuso a cualquier situación; procurando guardar distancia y siempre con mascarilla, los devotos se reunieron en el entorno del templo para seguir la misa de campaña. En el interior, la capacidad permitida se completó, con fieles que acudieron con antelación para poder asistir a esta importante eucaristía que presidió el obispo de Segovia, César Franco.

La esperanza del jubileo se renueva para el 2022

Las medidas de seguridad de la pandemia y la relajación de las mismas desde mañana dejan un sabor agridulce a cómo hubiera gustado celebrar este fin de semana en El Henar y cómo se ha tenido que hacer. Estos días, en la misa del novenario, el rector del Santuario comentaba con claridad que tras la espera y mucho debate, una reunión de Junta de Seguridad con el alcalde de Cuéllar, Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil, desaconsejaba organizar tanto el Rosario de Antorchas como la Romería al uso; igualmente, no se aconsejaba instalar el mercadillo o las atracciones, foco de aglomeración en años de “normalidad”. Esto provocaba un sentimiento de añoranza puesto que todos los índices marcan una mejora en la situación, pero la prudencia se ha impuesto en pro de los fieles y la cordura. Además, comentaba en las eucaristías el rector, este Año Jubilar, con tantos peregrinos, no pierde la única oportunidad de ver salir a la Virgen del templo al no celebrarse esta romería, puesto que en los distintos jubileos preparados dentro de este año, la Virgen saldrá y se moverá incluso por poblaciones de la Comunidad de Villa y Tierra.

Sin embargo, la estampa de este 2021 no ha tenido nada que ver con la del año anterior. La vacunación ha tenido que ver en poder ver los alrededores del templo llenos de fieles, y una cola de espera para poder visitar el camarín de la Virgen que daba la vuelta al Santuario. Igualmente, la pradera se convirtió en lugar de encuentro para comer: mesas y utensilios de campo hacían de este domingo, casi, el antecedente de un domingo normal de El Henar que se espera llegue en 2022.

 

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Fuente: El Adelantado de Segovia