El auge del turismo de naturaleza

El auge del turismo de naturaleza

El pasado 20 de febrero la Junta de Castilla y León levantó el cierre perimetral entre provincias manteniendo el de la Comunidad y el pasado lunes se permitía la apertura de la hostelería en su interior con un 33 por ciento de aforo. Poco a poco se van dando pasos que permiten mayor movilidad de las personas y eso se empieza a notar en ciertos sectores, además de en los directamente afectados, como es el caso de bares y restaurantes. En cuanto ha salido un rayo de sol, las temperaturas del pasado febrero recordaron que la primavera está por llegar y eso se ha traducido en una mayor afluencia de visitantes que se echan al campo a disfrutar de la naturaleza.

El llamado turismo de naturaleza parece que vuelve tras superar la tercera ola de la pandemia cuando se cumple un año de su inicio. En grupos muy reducidos de cinco personas más la guía, da la opción de que una familia o a lo sumo dos parejas con un niño puedan disfrutar de rutas al aire libre o de propuestas naturales. Los espacios al aire libre se han convertido en la vía de escape. En algunos casos se puede disfrutar de ellos libremente pero en otros se organizan actividades con un coste mínimo, como las rutas por el acebal de Pradena que cada domingo organiza la Oficina de Turismo. Su responsable, Marta Cervel, comenta que «la gente se quiere mover sea como sea, aunque sea en la provincia”.

Ruta por el Acebal de Prádena.
Antes de la apertura entre provincias sí que recibía algunos grupos de Segovia capital y provincia pero no olvida que enero fue un mes muy malo con tan solo 12 personas que pasaron por la oficina en todo el mes. En los últimos tres fines de semana ha aumentado la demanda con familias llegadas de otras provincias. No obstante, dadas las limitaciones, los grupos se llenan enseguida y hay lista de espera. También hay demanda del alquiler de bicis eléctricas que ofrecen, y a las parejas o familias no les importa pagar los dos euros que cuesta realizar una ruta por el acebal con el acompañamiento de la guía. «Es una ruta muy familiar donde les cuentas curiosidades y conocen otras cosas. Les gusta más que ir solos», comenta Marta.

Este pequeño movimiento se deja notar poco sin embargo en las reservas de casas rurales, aunque con diversidad de opiniones. El pasado fin de semana en Prádena la mayoría estaban llenas aunque se acusa el cierre con Madrid. Por el contrario Enrique García, que compatibiliza los alojamientos rurales con actividades en la naturaleza en su empresa ‘Mas que monte’, comenta que en las casas rurales hay poco movimiento mientras que sí hay más demanda de actividades, rutas o talleres. En su caso a principios de mes ofrece una programación completa a lo largo de cada fin de semana y en lo que va de mes ha llenado los grupos con buena aceptación y con varios monitores. «La gente se está animando a hacer actividades, ven lo que hay, lo que les ofreces y bajo demanda se facilitan las cosas» apunta. De hecho aunque está ubicado en Peñarrubias de Pirón ya tiene completa una ruta por las Hoces del Duratón para el próximo fin de semana, ya que la oferta que realiza abarca distintas zonas de la comarca.

Aunque no ha sido hasta esta semana cuando se ha producido la apertura de las Casas de los Parques Naturales, en los tres espacios protegidos de la provincia también han notado afluencia de visitantes durante los últimos fines de semana. Sobre todo en el Parque Natural de las Hoces del Rio Riaza, donde el pasado sábado llenaron el cupo de 50 personas para hacer una de las sendas y en el conjunto del fin de semana llegaron a unos 87 permisos, que son gratuitos. Menor demanda ha habido en las Hoces del Duratón, según señala el técnico de Parques Naturales en Segovia Raúl García, quien también reconoce que a medida que pasan los fines de semana está llegando más visitantes de provincias como Palencia, Ávila o Salamanca, cuando el público más habitual era de Burgos o Valladolid, que ahora también vienen. La afluencia sobre todo de familias se deja también notar en el aparcamiento de la ermita de San Frutos. «Se nota que la gente quiere salir los fines de semana. Vienen con ganas de hacer actividades. Todo a pesar de que aún no pueden venir los madrileños porque si no, estaríamos desbordados», afirma. Haciendo una comparativa de los datos recientes, los permisos gratuitos para realizar las sendas en los parques naturales suponen un 30 por ciento respecto a antes de la pandemia.

Con la apertura de las casas de los Poarques, tanto en Sepúlveda, Montejo de la Vega de la Serrezuela y Pedraza a partir de ahora empezarán a ofrecer rutas guiadas para grupos de máximo cinco personas. Son rutas con telescopios para poder ver las aves en las rocas entre otras actividades. A medida que se pueda ir abriendo la hostelería consideran que podrá llegar más público pero son conscientes de que mayoritariamente los hosteleros de zonas como Sepúlveda viven del turismo madrileño y, mientras estos no puedan venir, no es rentable abrir. Lo mismo ocurre en el caso de las casas rurales, que también tienen limitaciones de aforo para máximo cuatro personas no convivientes, por lo que las personas que llaman interesándose suelen desestimar la reserva porque no les compensa el precio y el establecimiento no puede albergar a más personas ya que es obligatorio enviar el registro de los huéspedes a la Guardia Civil. Algo similar ocurre en el caso de las empresas de turismo activo, casi a cero.

Acebal

Fuente: El Día de Segovia